Cádiz
A pesar de sus tres mil años de historia, la ciudad más antigua de Occidente es en su urbanismo actual una urbe del XVIII, por conseguir en 1717 el monopolio del comercio con las Indias. Al final de ese siglo se decía que era ciudad «hermosa, tan bien trazada como construida». Por ello influyó decisivamente en el urbanismo de muchas ciudades latinoamericanas. También es ciudad del XIX, porque, en la iglesia de San Felipe Neri, las Cortes estudiaron y aprobaron la primera Constitución española, la de 1812.
Desde entonces Cádiz presume de ser tierra de la libertad. El conjunto barroco está integrado por las iglesias de los Jesuitas, Santo Domingo y el Carmen, con sus recargadas y graciosas espadañas; el hospital de Mujeres, obra maestra en su género, y muchos rincones gaditanos, casas o palacios bien trazados y labrados con pináculos y cerámica vidriada, altos miradores blancos destinados a otear la lejanía del mar para «ver los barcos venir La Catedral es la última gran catedral construida en España.
Se inspira en la de Granada en la organización de los pilares y, especialmente, en el semicírculo de la capilla mayor, aunque simplifican dolo. Consigue, además, un movimiento de volúmenes, tomado de Borromini. Es templo de tres naves con girola. Lo más destacable son los círculos en torno a la capital la mayor, con multitud de ejes prolongados en las naves laterales, transmitido a los haces de columnas, de este movimiento participa también el crucero. El alzado de los soportes reúne hasta tres tipos diferentes de columnas y paredes que dan movimiento y sensación de amplitud al espacio interior. La fachada actual es barroca en sus comienzos, pero ese barroquismo va siendo sustituido por elementos neoclásicos a medida que gana altura. La empezó Vicente Cayón en 1722 y la terminó Torcuato Acero.